martes, 17 de noviembre de 2009

LA OLA QUE SE DETUVO....

La Ola que se detuvo

Se cuenta

Que hace muchas lunas los primeros habitantes del Valle de los Caracas, fueron castigados por sus dioses, por haber profanado varias de sus leyes.

El castigo vino del cielo en forma de tormentas y torrenciales aguaceros que azotaron durante días con sus noches, a los pobladores del majestuoso valle.

Los Chamanes se reunieron para conjurar el castigo, en alucinados rituales alrededor de las hogueras, que ardían con las pocas ramas secas que habían logrado salvar de la humedad.

La tempestad de tantos días empezaba a sumergir las tierras bajas y los cultivos eran arrasados por los torrentes y ríos crecidos, los animales de caza se retiraban a sus madrigueras más recónditas, haciéndose así cada vez, más insostenible la vida de las tribus asentadas en el Valle.

Los rituales, danzas, sacrificios y conjuros de los Chamanes no lograban detener lo que habían profetizado los ancianos de las tribus,

“ Los Dioses lanzarán su ira sobre el pueblo aborigen del Valle de Los Caracas como castigo a sus desafueros, violaciones e irreverencias, a los espíritus que habitaban en los ríos, bosques y montañas”.

Las tribus, ante la impotencia de los conjuros chamánicos, se congregaron como una sola humanidad alrededor de las moribundas fogatas, las madres con sus hijos famélicos adheridos a sus cuerpos, buscaban calmar su frio y su hambre, los hombres ensimismados en su resignación, miraban como se extinguía el último aliento de fuego que les quedaba.

De pronto un estruendoso sonido se abría paso entre las hondonadas del cerro y una gran ola que pensaban venía del mar, como un sobrenatural golpe mortal arrasaba con piedras, árboles y animales, presagiando la extinción de toda vida sobre la tierra.

Frente a su destino y como una sola voz, un desgarrador llanto de arrepentimiento salió de la garganta de todos los habitantes del Valle, mientras sus espíritus se elevaban pidiéndole clemencia a los dioses de las tierras del más allá.

Y fue tanto su clamor y el llanto arrepentido de este pueblo, que se hizo el silencio y por el Este apareció El Sol después de tantos días y un Arco Iris surcó todo el Valle hasta el Poniente,

Todas las tribus voltearon hacia el cerro reverenciando su imponente silueta coreando, “ Guaraira- Repano, Guaraira- Repano”, que quiere decir la Ola que se detuvo y cuenta la leyenda que por esta razón, el Cerro Ávila cambia de colores como el mar.

José Rafael Alvarado Ruiz

1 comentario:

  1. que bello todo el ultimo parrafo... en gneral toda la historia, pero a lo ultimo pff!!!! <3

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