martes, 24 de mayo de 2011

RAFAEL RANGEL ESTRADA

RAFAEL RANGEL ESTRADA

Padre de la Parasitología y del Bioanálisis en Venezuela

Los caminos de La Medicina son infinitos. La oscurantez en la cual se vivía en tiempos pasados fueron superados en grado superlativo por los adelantos y la tecnología moderna, para beneficio de la humanidad; sin embargo existieron muchas personas que con su intelecto supieron adelantarse a las épocas venideras y permitir su alianza con el modernismo.

Tal es el caso de un hombre consagrado como sabio, científico y filántropo, excelente estudioso que en aras de los conocimientos necesarios para combatir las endemias que aquejaba a la población, renunció a los placeres que la vida le brindaba, para dedicarse por entero a su vocación por la medicina.

Rafael Rangel Estrada, nació en el hermoso pueblo de Betijoque, en el Estado Trujillo el día 25 de abril de 1877, hijo natural de Teresa Estrada y Eusebio Rangel. Su padre fue don Eusebio Rangel Moreno, nacido el año de 1854 en Sabana Larga, Valera, de profesión fabricante de tabaco y su madre María Teresa, adolescente, pobre y humilde, oriunda de Piedra del Zamuro y la Quebrada de Vichu, lamentablemente fallecida cuando apenas Rafael cumplía 6 meses de nacido. Bautizado el 29 de octubre de 1877, en la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista justo cuando daban cristiana sepultura a su madre; su padre lo presentó en la Prefectura Civil del Distrito Betijoque el 30 de octubre de 1877. Al año de estos acontecimientos su padre contrae nupcias con la señorita María Trinidad Jiménez, quienes una vez casados la pareja se encargan del niño criándolo con verdadero amor filial. De la unión de sus padres tuvo tres hermanos: María, quien enferma de fiebre amarilla y muere en 1888, José Eusebio nacido el año de 1883 (Farmaceuta) y José (Pepe) (Medico) nacido el año de 1886, además cuatro hermanos mas: Dolores Jáuregui, Blasa Ramona González, José Gonzalo Aranguren y María Natividad Molina.

Comienza sus estudios de primaria en la Escuela Federal creada en el año de 1879 y dirigida por el Profesor don Enrique Flores; luego ingresa al Seminario Diocesano de Mérida par cumplir con sus estudios teológicos, se retira e ingresa al Instituto Maracaibo, dirigido por el Profesor don Raúl Cuenca el 3 de agosto de 1896. Su preparación secundaria la realiza en el Colegio Bolívar y los culmina en la Universidad del Zulia, en la cual se graduó de Bachiller en Filosofía a los 19 años.

Este joven apuesto, de grandes ojos soñadores, tez morena, rasgos muy finos pero tímido, honesto, trabajador, humilde, sencillo y muy estudioso, inicia sus estudios de primer año de Medicina en la Universidad Central de Venezuela, cursando Anatomía, Histología, Bacteriología, Física y Química Médica. Fueron sus Profesores: Dr. Luis Razetti y Dr. José Gregorio Hernández. Además estudia francés, alemán e ingles.

Se inscribe en el segundo año de Medicina, forma parte de los concursantes externos del Hospital Vargas, donde obtiene el segundo lugar en la presentación de la tesis de Hueso Coxal. Sin embargo no completó su segundo año de Medicina, al retirarse voluntariamente pero las lecciones que le impartiera el Dr. Santos Aníbal Dominici en el Instituto Pasteur de Caracas el año de 1900, su preparación y estudios le permitieron incorporar la Bacteriología y la Microbiología, así como haber sido externo en la cátedra de Clínica Médica, dirigida por el Dr. Dominici, se incorporó como Asistente a las salas San Miguel y San Vicente de Paul, logrando la práctica en el campo de las Ciencias y se incorpora a la disciplina del Laboratorio. Su gran amor por conocer los misterios de la Medicina, le llevan a estudiar la técnica de la parasitología microscópica, la coloración de los microorganismos, la elaboración de los medios de cultivo y la inoculación de gérmenes patógenos en animales de laboratorio.

Comienza su fructífera labor profesional cuando en 1902 es designado Jefe de Laboratorio de Histología y Bacteriología del Hospital Vargas y por sugerencia del Dr. José Gregorio Hernández investiga la estructura y fisiología del Sistema Nervioso. Como Parasitólogo, descubre los agentes etiológicos de dos enfermedades endémicas en el país una humana: la Uncinariosis y una animal: la Derrengadera o Peste Boba de los Équidos, cuyas causas son los organismos unicelulares o tripanosomas hallados en la sangre de los animales enfermos. A lo largo de su carrera, logró muchos descubrimientos importantes como fue el hallazgo del parásito Necator Americanus y su contribución al tratamiento de la Anquilostomiasis; en el Estado Falcón, en Coro, examinando los cueros de cabras y ovejas, comprobó el agente infeccioso del Carbuncio Bacteriano o Bacilus Antrhacis e hizo el diagnóstico correcto del Antrax bacteria conocida como “El Grito de las Cabras”.

Igualmente y como Entomólogo, inició los análisis de los zancudos en Venezuela, estudio que sirvió de Tesis Doctoral al Dr. José Romero Sierra con su tema “Contribución al estudio de los mosquitos en Caracas” tesis basada en las investigaciones de su maestro y publicada en 1907 dando a conocer por primera vez el peligroso Anopheles. Entre1903 y 1904 el Dr. Andrés Herrera Vegas, en su carácter de Director de Higiene, en vista de la alta incidencia de enfermedades disentéricas e intestinales, tomando en cuanta que los sembradíos de Caracas eran regadas con aguas cloacales, toma las muestras de aguas y legumbres para enviárselas a Rafael Rangel quien una vez más en su Laboratorio del hospital Vargas, descubre e informa la presencia de infusorios y hongos.

En el Año de 1904, hace un alto en su carrera para dar paso al amor y se une con Ana Luisa Romero, con quien procrea dos hermosos hijos: Ezequiel, en 1905 y Consuelo nacida en 1907. (Fallecida en la ciudad de San Carlos el año de 1916, enferma de paludismo).

Una de las enfermedades más temidas y graves, es la Peste Bubónica, en esta ocasión la peste comienza en el año de 1908 en La Guaira. Al observar un caso de esta peste, el Dr. Rosendo Gómez Peraza, alertó al entonces Presidente de la República de Venezuela, General Cipriano Castro y al Dr. Rafael López Baralt (Ministro del Interior), quienes consideraron que para investigar el caso, el indicado era Rafael Rangel.

Rangel diagnostica la enfermedad y procede a tratar de dar la solución a tan terrible mal, dirigiendo la campaña de defensa para erradicarla pero en las primera de cambio, Rangel no logra identificar al bacilo responsable de este mal; la alarma de la población crecía en virtud de que seguían apareciendo los casos en La Guaira y el día 11 de abril se le notifica a Rangel la novedad y éste se dirige a La Guaira para conocer la realidad de los casos y efectivamente la averiguación es positiva. Se queda encargado de estudiar y controlar la epidemia, su actividad fue importante para impedir la propagación de la peste y una de las medidas fue quemar las viviendas infectadas y eliminar las ratas y ratones portadores potenciales de la enfermedad. Ante la seguridad del avance de la epidemia, el 18 de abril se emite un Decreto cerrando el Puerto de La Guaira, hasta el 23 de mayo cuando se reabre ante la seguridad de la disminución de la epidemia y en el mes de julio se da el alta a los últimos enfermos Rangel regresa a Caracas para recopilar los datos y experiencia de su lucha contra la Peste Bubónica. Sin embargo, suceden casos de mucho malestar y tristeza, cuando los propietarios de los ranchos quemados critican esta acción y emplazan a Rangel a pagarles sus propiedades, situación que es imposible por su exigua capacidad económica.

Esta injusta propuesta, las erróneas y desviadas opiniones acerca de sus investigaciones sobre el Bacilo de Yersin, la negativa del otorgamiento de una beca para estudiar Medicina Tropical y los malos conceptos sobre su persona, diezmaron su resistencia y su sensibilidad se hizo presente, Habida cuenta de la perspectiva de su decaimiento causaría en este ilustre y valiosísimo hombre una terrible depresión; ante este letal sentimiento, se empeña en trabajar e investigar la causa de la enfermedad del banano, llamada Bareque, la cual es causada por una bacteria llamada Pseudomonas Solanacearum, que afecta directamente a los topochos y cambures manzanos.

El día 19 de agosto de 1909, invita a los internos del Hospital Vargas para una Conferencia lo que sería su último trabajo científico sobre Micetoma o Pie de Madura, con un comportamiento inusitado en él, extrañando a los presentes por su locuacidad, su desesperación, su llanto y su mutismo absoluto, ya la depresión había hecho mella en su espíritu y al día siguiente el aciago 20 de agosto de 1909, a las 3 de la tarde, pone fin a su vida, con tan solo 32 años al ingerir CIANURO DE POTASIO.

A pesar de los esfuerzos de los internos Domingo Luciani, José A. Rivas y J.M. Salmerón Olivares por salvar su preciosa vida, Rangel fallece casi instantáneamente. Así termina la vida de este insigne investigador venezolano, quien dedicó su vida al estudio de las Enfermedades Tropicales, Fundador de la Parasitología en Venezuela. Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 20 de agosto de 1977.

Como un homenaje póstumo a la vida de este ilustre científico, en el año 1920, en las investigaciones de los Tripanosomas, el hallazgo de otro Tripanosoma, el Dr. Enrique Tejera lo bautiza con el nombre de Rangeli, para inmortalizar a Rafael Rangel.

Instituto Nacional de Higiene “RAFAEL RANGEL”

Según Decreto No. 2104 de fecha 29 de marzo de 1977, publicado en la Gaceta Oficial No. 31211del 11 de abril de 1977, en ocasión de cumplirse el 25 d abril de ese mismo año el centenario de Rafael Rangel, se considero…” rendir homenaje a este pionero de la investigación científica aplicada a la solución de los problemas sociales del país. Por cuanto…Contribuyó en forma original, al conocimiento de varios aspectos de la salud pública en Venezuela, especialmente a favor de la población campesina y que fue notable también su significación docente como consta en las numerosas tesis médicas dirigidas por él de 1904 a 1909” por lo cual:

DECRETA:

Articulo 1º En homenaje a Rafael Rangel se declara “Año de la Ciencia Venezolana” el lapso comprendido entre el 25 de abril de 1977 y el 24 de abril de 1978.

ARTICULO 2º. Procédase a designar con el nombre de “Rafael Rangel” al Instituto Nacional de Higiene.

ARTICULO 3º Procédase a la publicación de los trabajos científicos de Rafael Rangel, conjuntamente con las tesis doctorales que el dirigió y con la biografía del sabio, escrita por el Dr. Marcel Roche.

ARTICULO 8º. Procédase a la emisión de una serie de Timbres de Correo, conmemorativa a este centenario. (sic)

Yayitta55@hotmail.com

Fuentes consultadas:

Fundación Polar. Diccionario de la Historia de Venezuela

María Matilde de Suárez

Universidad de Los Andes

sábado, 7 de mayo de 2011

DEL ORINOCO AL SENA: ISMAEL MUNDARAY

Por: Gliceria Gil

Dicen que cada niño nace con su arepa bajo el brazo. Por esas sutilezas de la vida, en Caripito, Estado Monagas, en 1.952, vino al mundo un morenito que traía un pincel el cual le ha servido para plasmar sus sueños en lienzos y le ha merecido el reconocimiento en muchos lugares del mundo.

Ismael Mundaray es ese muchachito a quien le tocó bregar en su infancia con el Padre Orinoco, a bordo de una curiara remada por sus abuelos. Fueron vivencias que dejaron profundas huellas en su ser las cuales le han marcado para siempre.

Vivió en Puerto La Cruz, el encuentro con el mar también lo disfrutó. En la Universidad Central de Venezuela cursó Ingeniería y luego de estudiar Artes Gráficas dedicó su vida al arte. Buscando nuevos horizontes se fue a París donde vive y trabaja actualmente este titán de la pintura-pintura, como lo describe Bélgica Rodríguez, una importante crítica de arte.

“No ha sido fácil”, me confesó Ismael en días pasados, “pero lo he logrado”. Y de qué manera. Su vasta carrera artística abarca muestras individuales en Venezuela, Francia, Italia, Corea del Sur, Martinica, Guadalupe, Panamá, innumerables colectivas en Europa, Estados Unidos, Asia, el Caribe, Centro y Sur América. Ha participado en las más importantes ferias de Arte Contemporáneo, así como en Bienales, salones y concursos, donde ha merecido importantes galardones.

Su obra forma parte de colecciones privadas y públicas como la Colección Cisneros (Venezuela), el

Centro Wilfredo Lam (Cuba), Museo de Arte Moderno (Bogotá, Colombia), Cité Internationale dés Arts (París, Francia), Colección Seguros Sudamérica (Caracas, Venezuela), Colección ON. Luca Danese (Roma, Italia), Museum of Contemporary Hispanic Art, New York, USA, entre otros.

Continuando con sus éxitos, el próximo Miércoles, 11 de Mayo del año en curso, a las 7:00 pm. Allegro Galería, ubicada en Panamá, estará presentando la muestra “El Día y La Noche”.

Según lo describe Eduardo Planchart, el espacio y el horizonte juegan un papel preponderante en este trabajo. “El horizonte, con su evanescencia cromática, divide la tierra del cielo y nos traslada al terreno del mito, hacia rupturas con el tiempo, donde las fuerzas celestes y telúricas, divinas y humanas se fusionan, donde la dualidad del día y la noche, de lo activo y lo pasivo parecieran desaparecer. Objetos familiares, íntimos, personales como recipientes, sillones, trajes o zapatos aparecen como vínculos metafóricos entre lo real y lo irreal, entre la presencia y la ausencia: la memoria y el olvido”.

“El Día y la Noche” recoge obras de sus últimas series: 22 lienzos de mediano y gran formato, así como 10 dibujos y 7 obras en encáustica sobre madera, en pequeño formato.

Con esta muestra maravillosa, Ismael Mundaray continúa su travesía del “Orinoco al Sena”, y nos deja una huella más de la existencia.

DOCTOR JOSE FRANCISCO TORREALBA

DOCTOR JOSE FRANCISCO TORREALBA

En un pintoresco y maravilloso pueblo del Estado Guárico en Venezuela, llega a la vida uno de los sabios más grandes del mundo, el doctor José Francisco Torrealba. Nació el día 16 de junio de 1896, en el Hato San Roque, en Santa María de Ipire. De origen humilde, José Francisco se desempeñaba como un emprendedor trabajador de la tierra, sufriendo infinidad de sacrificios, actuando como peón en la faenas propias de los llaneros en el Hato donde su padre cuidaba caballos; hacía multitud de cosas para ayudar con el sustento de su numerosa familia, nueve hermanos habidos del matrimonio de sus padres Don Tereso Torrealba y Doña Ana María González, pero sus inquietudes por aprender, saber las cosas que existían más allá de los establos, le mueve a convertirse en un férreo estudiante…

Da inicio a sus estudios primarios en el Colegio de Luis Morillo y Saturno González, en Santa María de Ipire y en la Escuela del Bachiller Diego Antonio Ferrer y de su hermana Ana Isabel en San Diego de Cabrutica, gracias a una Beca otorgada por el Presidente del Estado Guárico para esa época, el General David Gimón Pérez, la cual le sustentó durante su época de primaria. Su ingreso en la secundaria lo realiza en Zaraza en los Colegios San Gabriel y Federal entre los años de 1910 al 1916, titulándose Bachiller. Además, siempre se distinguió por su afán de saber, conocer y aprender todo lo necesario para su vida futura, estudió idiomas, sobre todo el alemán, -que como excelente estudiante, lo aprendió en tres meses-, para poder cumplir con sus posteriores investigaciones.

Era un joven sencillo, humilde, trabajador, tranquilo, callado, observador y muy preocupado por la cantidad de enfermedades que diezmaban al pueblo que carecía de los medios necesarios para sobrellevar estos casos. En ese tiempo existían multitud de epidemias como sífilis, gastroenteritis, mal de pinto (manchas en la piel, vitíligo), rabia, brucelosis, tuberculosis, buba, lepra, peste bubónica, fiebre amarilla, quilostomiasis, micosis, mal de chagas, etc., situaciones que llevaron a este humilde caballero de nuestros llanos, empeñarse en estudiar medicina.

Tomando en cuenta la precariedad de recursos para iniciar sus estudios en la Capital, habida cuenta de que la beca otorgada por el General Gimón para su primaria había terminado, el bachiller Salvador Itriago conjuntamente con su padre, deciden financiarlo en su deseo de estudiar y prepararse para una dura tarea, la cual fue cumplida a cabalidad. Entre los galenos maestros de José Francisco Torrealba figuraron: José Gregorio Hernández; Francisco Antonio Rísquez; Luis Razetti; Jesús Rafael Rísquez; Vicente Peña; José Izquierdo; David Lobo; Domingo Luciani; E Meier Flegel, Beltrán Perdomo Hurtado.

Este singular caballero culminó su carrera el año de 1922 pero recibió su Titulo Summa Cum Laude, el 23 de enero de 1923. Su Promoción estuvo integrada por los doctores: Simón Arocha; Delfín Arcila; Alfredo Borjas; Pastor Oropeza; Alfonso Bortone Raván; Pedro Briceño Coll; José Quintini; Pablo Quintana Llamozas; Carlos Rojas; Servio Tulio Rojas; Federico lizarraga; Agustín Zubillaga y Miguel Zuñiga Cisneros.

Este hombre sincero de carácter recio propio de la gente del campo, contrae matrimonio con doña Rosa Isabel Tovar, de cuya unión de 43 años procrean doce hijos, ellos son: Ana Rosa, José Ramón, Rafael Tereso, Ana Benigna, Ana Teresa, Ana Isabel, Pedro Aquilino, Jesús Rafael, José Nicolás, Sara del Pilar, José Francisco y José Witremundo, todos profesionales universitarios, destacándose en el campo de la Medicina Tropical como insigne Científico, el Dr. José Witremundo Torrealba, fallecido lamentable y extrañamente a muy temprana edad, cuando estaba en la cúspide de sus conocimientos en la averiguación de las epidemias harto conocidas.

Pensando y preocupado por la situación sanitaria existente en la población, debido a la multiplicidad de enfermedades, conformó conjuntamente con los excelentes médicos científicos, doctores: Enrique Tejera, Arnoldo Gabaldón, Pablo Andueza y Miguel Suárez, un equipo valiosísimo para combatir los flagelos que para esa época minimizaban la vida de los pobladores. Entre todas las pestes que pululaban el ambiente, una de las más feroces era el Mal de Chagas, que atacaban directamente al corazón produciendo una enfermedad letal. Este mal proveniente de un animal conocido como EL CHIPO,-en cuyo intestino se aloja el parásito denominado TRIPANOSOMA CRUZI-, fue descubierto por EL Dr. Carlos Chagas (de allí deriva el nombre de esta enfermedad) el año de 1909, en la ciudad de Lassanse, Estado de Minas Gerais en Brasil; su investigación se originó a través de los síntomas de la infección tripanosómica, como lo es la fiebre, el pulso débil y acelerado, hepatomegalia, edemas, esplenomegalia, la cara hinchada que son características inconfundibles de meningoencefáliticas, indicadores de ataques al miocardio.

En Venezuela muchos médicos se comprometieron a investigar esta epidemia entre ellos el Dr. Jesús Rafael Rísquez y el Dr. Enrique Tejera quien certificó el Mal de Chagas en nuestro país, comprobando la existencia de más de 11 especies de este peligroso insecto; el más investigado por el Dr. José Francisco Torrealba fue el RHODNIUS PROLIXUS, en el Estado Guárico. Desde ese momento, el Dr. Torrealba no descansó en sus investigaciones y publicaciones acerca de ese parásito, combinando sus conocimientos con otros médicos tropicalistas como por ejemplo el Dr. Felix Pifano.

El año de 1936, sufre el lamentable fallecimiento de su padre, don Tereso Torrealba y da comienzo a sus investigaciones, estudios y observaciones sobre pacientes cancerosos para atenuar los procesos evolutivos de esta penosa enfermedad y aplicando los correctivos necesarios para curarla. Nunca dejó de investigar todas las ramas de la Medicina. Hizo una notable pasantía investigativa en muchos de los casos que aquejaban a la población; en cuanto a la enfermedad producida por el Chipo es de hacer notar que su picadura no duele y su habitat son los lugares sucios y llenos de maleza cuyos espacios hacen que el insecto prolifere tomando en cuenta que en Venezuela existen once especies de este peligroso animal. El Dr. Torrealba tuvo oportunidad de recibir una interesante investigación con el método xenodiagnóstico creado por el Dr. Emil Brumpt, que consistía en infectar al insecto transmisor de la sangre de un paciente enfermo. Al probar este método en humanos, el Dr. Torrealba se convirtió en el primer doctor en el mundo, en aplicar el Despistaje de la enfermedad del Chagas por el Método Xenodiagnóstico.

Fue impresionante la actividad que durante toda su vida llevó a cabo el Dr. Torrealba. Entre los años de 1924 y 1927 fue Director del Asilo de Enajenados de Caracas, cuya excelente labor fue reconocida por el Dr. Ricardo Álvarez en su obra “La Psiquiatría en Venezuela”, catalogándolo como el Precursor de las reformas de la asistencia psiquiátrica en el país En 1928 viaja a Alemania y estudia Medicina Tropical en el Instituto de Enfermedades Tropicales de Hamburgo bajo la dirección del Dr. Muller. En 1936 asume la responsabilidad de convertirse en Profesor de Química Orgánica, Psicología y Biología en el Colegio Federal de Zaraza, al mismo tiempo que ocupaba la Presidencia del Concejo Municipal del Distrito Zaraza. Sin descuidar sus ocupaciones personales, el 13 de noviembre de 1937, realizó con absoluto éxito la primera Pubiotomía (hebostomía opelviotomía), cuya intervención consistió en la dilatación de la pelvis. Desde el año de 1937 hasta 1940, ocupó el cargo de Jefe de la Subunidad Sanitaria de Zaraza El mes de marzo de 1937 recibió la Medalla de Oro del Premio Vargas por su valioso desempeño en el campo científico.

En 1942 funda en San Juan de los Morros, el Centro de Investigaciones sobre la enfermedad del Mal de Chagas. En 1943 asume el cargo de Médico de la Penitenciaría General de San Juan de los Morros, lugar donde a partir del año de 1948 ocupa la dirección de la misma, en este cargo se mantuvo durante 25 años. Dedicado por entero a buscar la erradicación de este mal estudia la incidencia de infección por Tripanosoma Cruzi y Tripanosoma Ragenli en el estado Guárico, además descubre dos nuevos tripanosomas: el Triatominos denominado Tripanosoma Barnolai y el Dasyprocta el cual llamó Tripanosoma Itriagoi. De acuerdo con las investigaciones realizadas por el Dr Torrealba en Venezuela, los rusos elaboran un medicamento con el Tripanosoma Cruzi, para tratar de atenuar el sufrimiento de los enfermos de cáncer en sus etapas terminales Esta oportunidad seguida por los doctores Profesor Jean Courdet y el científico Filiatov, dan a conocer al Dr. Torrealba esta opción, quien de inmediato comenzó a reproducirlos el año de 1960, en su Laboratorio del Instituto de Investigaciones para el Mal de Chagas que funcionaba en San Juan de los Morros. Igualmente utilizó este procedimiento de KAKA-AZAR en contra de la leucemia, con resultados fueron positivos. Estos resultados fueron presentados a la Academia de Medicina, premiados y publicados en la Gaceta Médica.

Entre los años de 1937 y 1940 el Dr. José Francisco Torrealba, presentó los informes correspondientes a sus trabajos investigativos a los Ministros de Sanidad doctores Honorio Sigala y José García Alvarez, pero fue a partir del año de 1960 cuando el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social decide hacer caso de las solicitudes del Dr. Torrealba y dotan a las Divisiones de Endemias Rurales, Acueductos Rurales y Vivienda Rural, la campaña de rociado del insecticida en las paredes y zona aledañas a la viviendas campesinas con el fin de salvaguardar la vida de la población.

En 1956 se encargó de la Jefatura del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Vargas, construyó un Departamento de Xenodiagnóstico, el cual fue dirigido por los doctores Rómulo Lander y José Antonio O´Daly Carbonell.Ese mismo año el Dr. Torrealba presenta su Informe a la UNESCO, por sus 25 años de investigaciones acerca del Mal de Chagas.

Otra de las facetas de este grande hombre-sabio venezolano , fue su afición por la lectura y la escritura; en cuanto a la lectura en los años de 1931 y 1941, leyó 29 títulos en total, entre ellos: Publicaciones Médicas nacionales e internacionales: Libros de Parasitología, Medicina Tropical, Psiquiatría, Psicología, Cardiología, Obstetricia y Ginecología, Pediatría, Terapéutica y muchos más, así como libros de importantes personajes como por ejemplo :Hacia una Democracia de Carlos Irazabal; Historia de un Venezolano de la Decadencia de José Rafael Pocaterra, obras de don Rómulo Gallegos; Lanzas Coloradas del Dr. Arturo Uslar Pietri; libros de Historia de Venezuela e Historia Universal y lecciones de oratoria. Como escritor, fue autor de 150 publicaciones entre libros, folletos, capítulos de obras colectivas, prólogos, traducciones y artículos de medicina, temas humanísticos y sociales. Publicó desde 1941 a 1962, 7 fascículos contentivos de todos sus trabajos, observaciones, avances y conclusiones de lo que fue su mayor preocupación: la erradicación del Mal de Chagas. Estas publicaciones fueron conocidas en el ámbito médico mundial, lo cual significó la visita de importantes científicos entre ellos: María y Leónidas Deanne, Antonio Dacio Franco do Amaral, Enmanuel Dias, Instituto Oswaldo Cruz de Brasil; Emile Brumpt y Jean Coudert de Francia; Cecilio Romaña de Argentina; A. Neghme R. de Chile y Enrique Tejera, Arnoldo Gabaldón, Humberto Fernández Morán, Felix Pifano, Otto Hernández Pieretti y José Vicente Scorza de Venezuela. Quiso aprender idiomas y leía, escribía y hablaba perfectamente ingles, alemán, francés, portugués e italiano.

Por su dilatada y extraordinaria labor como Médico dedicado por entero a sus investigaciones, recibió infinidad de condecoraciones y reconocimientos. Premio Vargas; Orden del Libertador Grado Comendador; Premio Brault, otorgado por la Academia de Medicina de París; Aplauso al Mérito de la Creole Petroleum Corporation; Profesor Honorario de la Facultad de Medicina de la Universidad de Los Andes; Miembro Correspondiente de The Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene de Londres; Orden Andrés Bello (post mortem) y el 12 de septiembre de 1959 es nombrado “HIJO ILUSTRE” por el Consejo Municipal de Santa Lucía del Estado Miranda. José Francisco Torrealba murió a la edad de 77 años el 25 de julio de 1973, en la ciudad de Caracas. Como homenaje póstumo a su labor científica, varias Instituciones Sanitarias y Educativas llevan su nombre. Existen tres instituciones médicas que otorgan el Premio José Francisco Torrealba: El Colegio de Médicos del Estado Guárico, la Universidad Simón Bolívar y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT). Palabras de sus hijos Ana Teresa, Ana Benigna y José Ramón: “José Francisco Torrealba es ejemplo de que quien quiere, puede, con honestidad, estudio y preparación permanente, sin anteponer el personal al comunitario

Referencias bibliográfica:

Universidad Central de Venezuela 1992

José Alberto Medina Molero

Dr. Luis Alfonso Suarez

Dr. Ricardo Álvarez

Sus hijos: José Ramón, Ana Benigna, Ana Teresa y Rafael Tereso

Yayitta55@hotmail.com